Gimnasia de Jujuy rindió un emotivo homenaje al Negro Guerrero junto a su familia

Este domingo 22 de junio, en el entretiempo del partido entre Gimnasia de Jujuy y Estudiantes de Río Cuarto, el estadio “23 de Agosto” se convirtió en escenario de un homenaje profundamente emotivo: la institución y su gente rindieron tributo a Manuel “El Negro” Guerrero, ídolo eterno del club y símbolo del fútbol jujeño, quien falleció el pasado 2 de junio.

Homenaje lleno de emoción para el Negro Guerrero

El emotivo momento reunió a ex compañeros, dirigentes, familiares y una multitud de hinchas que lo recordaron con afecto, respeto y admiración. Entre las presencias destacadas estuvo la de Mario Humberto Lobo, ex goleador y leyenda del Lobo, quien hizo entrega a la familia de Guerrero de una camiseta oficial del club como gesto simbólico del cariño y legado que dejó “El Negro”.

Uno de los momentos más conmovedores se vivió cuando su madre, visiblemente emocionada, recibió la camiseta entre aplausos del público. Las lágrimas en sus ojos y el aplauso cerrado de las tribunas marcaron un instante de unión genuina entre el fútbol y la memoria afectiva.

Como parte del homenaje, la familia de Guerrero también recorrió el campo de juego portando una bandera con la frase “Gracias y hasta siempre”, entre lágrimas, abrazos y una emoción palpable. El estadio entero los acompañó con un cerrado aplauso, y la parcialidad albiceleste rindió tributo con respeto y gratitud. Fue un momento cargado de simbolismo, en el que el amor de una familia se encontró con el cariño eterno de la hinchada, en una despedida que quedará en la memoria de todos.

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Guerrero, nacido el 28 de agosto de 1965, debutó muy joven en Gimnasia de Jujuy y defendió la camiseta durante más de una década, dejando una huella imborrable. Jugó más de 430 partidos, anotó más de 110 goles y fue parte fundamental del equipo que logró el histórico ascenso al Nacional B en la temporada 1993-94. Luego de su retiro, continuó vinculado al club desde divisiones juveniles, guiando a nuevas generaciones hasta su fallecimiento, el pasado 2 de junio de 2025, a los 59 años.

El homenaje fue también una forma de dar las gracias por su entrega y amor al club, por haber defendido los colores como pocos y por haberse convertido en un ícono indiscutido de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. El aplauso sentido de los hinchas fue el mejor tributo para alguien que ya es leyenda.